10.11.11

Volver a mi lugar por un rato (Reminiscence)

Me asombré al sentir mis manos húmedas luego de tocarme las mejillas. Al principio no entendía nada, no entendía ni cómo, ni por qué, ni dónde. Mi conciencia se sentía demasiado abrumada como para comprender espacios, razones o siquiera el tiempo... pero algo había, había dejos de una sensación agradable en mi cuerpo, eso podía sentirlo claramente. Apreté los ojos e intenté buscar más ese recuerdo, aferrarme a ese algo que sentía tan conocido y a la vez tan lejano. Temí que de ello no hubiera quedado nada, pero indudablemente pequeñas imágenes permanecían escondidas en alguna parte de mi subconsciente.
En seguida mi cuerpo y mi memoria se dieron cuenta de que no era necesario buscar mucho, que hacer fuerza con los ojos cerrados era innecesario. Sentí que aunque no reconocía qué era lo que buscaba, sabía que ese algo era utópico. Poco a poco las partes se unieron en mi mente y no le fue difícil a mi cuerpo adaptarse a ese lugar que de pronto invadía cada parte de mi ser como antes.
Los colores vibraban con fuerza, más aún que como los recordaba. El aire era el mismo e incluso lo sentí más puro mientras mis pulmones se llenaban de él. El paisaje permanecía intacto, tal y como lo había dejado... con todos esos detalles que hacían que fuera de una belleza inmensurable. Pero lo que realmente me sumergió en aquel espacio infinito fueron los sonidos... me sentía en casa al escuchar a los pájaros, al poder apreciar el ruido de cada pequeña ola en el lago, al sentir el chapoteo de cada paso que mis pies daban en ese agua helada. Extendí los brazos al escuchar el ruido del viento bamboleando las hojas de los árboles y cerré los ojos para sentir cómo la brisa se escurría por mi cuerpo.
¿Cómo todo podía parecerme tan natural y tan lejano a la vez? ¿Cómo fue que todo había quedado atrás? ¿Realmente había vivido de esa forma alguna vez? Y si todo había sucedido, ¿Cómo podía haberme permitido olvidarlo? A pesar de tener miles de preguntas en la cabeza, dejé de lado mis incertidumbres y me dejé llevar por la paz que sentía.
Unos pies hicieron crujir las rocas al caminar sobre la playa, y no eran los míos. Volteé instantaneamente y lo vi a a lo lejos.
-Perfecto - Exclamó con una sonrisa mientras agitaba un papel fotográfico que acababa de emitir su polaroid.
El corazón me dio un vuelco al ver su sonrisa de dientes desparejos que siempre me había causado una ternura inexplicable. Era él, estaba ahi, parado a unos metros, observándome. Eran sus ojos los que me veían y sus oídos los que me escuchaban. Corrí hacia él con desesperación, con miedo de que desapareciera. Me aferré a su cuerpo, mis brazos temblorosos intentaban aferrarlo con fuerza, retenerlo junto a mí para siempre.
-Te sorprendí, ¿No? - dijo risueño apoyando su mentón sobre mi cabeza mientas me abrazaba. Su voz retumbó en todo mi cuerpo y me hizo temblar aún más. No podía creer que estaba escuchando su voz, que lo estaba tocando... todo era palpable ahora que lo tenía conmigo, el lugar, los recuerdos... Todo tenía sentido.
-¿Vamos a caminar? - me preguntó intentando desligarse de mí para darme la mano. Lo solté de a poco y volví a verlo desde una perspectiva más lejana. No podía mirarlo sin sentir que los ojos se me llenaban de lágrimas. Estaba más feliz que nunca pero a la vez el miedo me superaba en todo sentido. Acomodó un mechón de mi desordenado cabello mientras me miraba con ternura. La respiración me fallaba.
Caminamos unos minutos en completo silencio hasta que me soltó y se alejó un poco preparando la cámara para tomarme otra foto. Escuché unos golpes lejanos y pensé que eran parte de mi temor. Intenté despreocuparme y tranquilizarme de a poco, acostumbrarme a todo otra vez, pero los golpes cada vez retumbaban más fuerte en mi cabeza.
-¡No! -grité con fuerza, pero no me escuchó y apretó el botón. Vi cómo se cerraba el obturador y todo desapareció de nuevo, pero esta vez supe que era irrecuperable.

Sentí a vieja almohada de plumas bajo mi mejilla, empapada. Tenía que abrir los ojos, pero no quería, no  podía abrirlos. Habían llegado, los escuché pero me era imposible salir de aquel sopor en el que estaba inmersa... todo había sido muy real, muy nítido y perfecto... pero fugaz, una ilusión fugaz, un recuerdo que se había abierto paso en mis sueños para sacarme por un momento de aquella penosa realidad que vivía... y ahora que eso no estaba más allí, ahora que lo había visto todo de nuevo, ahora iba a ser más difícil acostumbrarme a mi miseria... incluso peor que al principio.
De a poco desarmé la posición fetal en la que descansaba, mis extremidades estaban entumecidas... aquel dolor abarcaba todo mi cuerpo y sabía que siempre estaría latente en mí. No quería, pero los pasos se acercaban y tenía que hacerlo, tenía que enfrentarme a la realidad, a lo que era verdad, a lo que era el hoy, a lo que odiaba y a lo que nunca sería parte de mí como lo fue el ayer. Abrí mis ojos, totalmente empañados, justo para distinguir el momento en que abrieron la puerta de eso que tenía por cuarto... ya había vuelto, todo había pasado... finalmente había despertado.

Julia.

3 comentarios:

  1. me encanta como escribis!sos una increible escritora!me encanta!

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  2. al ver su sonrisa de dientes desparejos
    cuando lei esta frase el texto me enredo mucho mas, perdoname juli pero voy a tener que contar tu traision. Te amo lnda escribis hermoso

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  3. JAJAJAJAJAJ BLDA ni a palos pensaba en Nicky, pero me hiciste dar cuenta de la coincidencia! te amo más mi amooor, gracias por todo !

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