31.12.11

Ser

Todos pedimos que ciertas cosas nunca salgan de nuestras mentes, esos momentos vividos que no volveran jamas. Otras personas piden olvidar, tambien momentos vividos, porque estos recuerdos los hacen sufrir demaciado, tanto que los prefieren eliminar, esos momentos felices, pero que sentido tendria. Somos lo que somos gracias a lo que vivimos.
Yo recuerdo esa ves donde fui feliz, recuerdo ese momento en que rei, pero tambien recuerdo el peor momento, el momento en que llore. Todos los dias convivo con eso pero sigo adelante, aveces soy como esa gente que no quiere recordar, que todo seria mejor asi, y lo admito me encantaria, pero no podria.
Nunca pense pasar lo que pase, nunca quise estar como estube, o quisas si. Agradezco a todo aquellos que estubieron conmigo, y que me hacen acostarme con una sonrisa en la cara, noche a noche.
Todo se basa no en lo que no podemos recordar, sino en esos momentos que no podemos olvidar.
Lara

26.12.11

Llueven recuerdos muy húmedos.

Cada vez que llueve mi mente ya no se apodera de mí,sino que,mí corazón me lanza una cataratas de recuerdos y sentimientos,ya guardados hace mucho tiempo.
Cuando llueve todo me trae recuerdos,hasta lo más mínimo,una cinta,un collar,los arboles.
Los aromas me traer recuerdos de cuando mi abuela todavía estaba físicamente viva,también me recuerdan a cuando voy a los parques y todas las flores deprender sus olor ,y aromas mágicos que te envuelven los sentimientos.Entonces ahí es cuando comensáz a liberar todos esos recuerdos que aveces hacen más que bien al corazón,a la razón más que nada.
A poder acomodar todo donde va y me ayuda a no tenerle miedo a los recuerdos.
No hay rezones tan solo boludas o absurdas para tener miedo a algo que ya paso,porque         YA PASO.
Los recuerdos te ayudan a crecer y te mantienen vivo.De ellos aprendes a no volver capas a tropezar o a jugartela y dar el todo por el todo por tan solo una cosa que puede ser lo que podría cambiar tu vida en segundos,por tan solo algo.


Yo le agradezco a la lluvia,a los aromas y a todos mis sentidos por cada vez que llovió tener infinitos recuerdos en milésimas de segundos ,y así poder sonreír ,llorar;tener una mescolanza de sentimientos única que lleva a otro lado.
Además yo creo que los recuerdos primero son fotografías que después de ser captadas se trasforman en un vídeo y así tu mente empieza a funcionar cada vez más acelerada,y tú corazón se siente poderoso de poder abrirte los ojos cada de vez que recordad más y más.Porque con el tiempo los recuerdos cada vez son más grandes y te fijas cada cosa que paso,cada detalle.
Y de esa forma tu memoria va captando más datos e información que va analizando y masticando a hasta tragar,y luego orinar o defecar.
Osea son eliminados de alguna u otra forma,pero solo elimina lo incensario de aquel recuerdo,escondido en tu memoria.
                                                                                         Sofi.

Recuerdo...


  • Recuerdo aquella tarde de verano, era antes de que me valla, lo que nos unía era algo genial y hermoso, era tanto, que eso hoy nos separa,
  • Recuerdo aquella otra tarde de invierno, no nos íbamos, nos queríamos quedar pasa siempre así, hablando y viendo como nuestras risas se esparcían por el aire, sin parar de sonreír y transmitirnos todo mediante los ojos, 
  • Recuerdo aquella otra tarde, en la que te dije que te extrañaba mediante letras y noté tu frío como si estuvieras mirándome con esos ojos negros tan puros. 
  • Recuerdo aquellas caminatas que hacía sola en el invierno, la música me acompañaba y sentía como me cuidaba a mi misma, como me encerraba en mi burbuja y como se hacía cada vez más fuerte. 
  • Recuerdo aquella noche en que hice un corte, en el que quise romper aquella burbuja que creció en demasiado exceso, recuerdo como las lágrimas no paraban de salir por todo mi cuerpo, como miraba hacia arriba y no podía encontrar el cielo.
  • Recuerdo como empecé a dejar muchas cosas de lado.
  • Recuerdo que no fue un día, tampoco un momento, fue un crecimiento de una de las peores mierdas que sentí.
  • Recuerdo aquel día en el que me dí cuenta, me di cuenta de lo que era cuando escuchaba aquella canción que el destino me hizo escucharla.
  • Recuerdo que olvidé de llorar, de sentir y de respirar aquellas cosas que entraban en mí, como desaparecieron y como pensaba que no las iba a ver nunca más.
  • Recuerdo que no lo hablé, lo grité, le puse el sonido que necesitaba al silencio más patético.
  • Recuerdo cuando me senté en el parque sola, miraba el verde pasto de la primavera y a los perros correr, veía como mucha gente sonreía y lo admiraba tanto, admiraba tanto eso y me hacía recordar aquellos momentos en que yo me reía mucho más que aquellos, quería saber como se hacía, su técnica, su algo. 
  • Recuerdo como continúo el invierno en la primavera, como el frío no se iba.
  • Recuerdo aquella noche, que después de tantas líneas empecé a ver colores, como los pintaban y como me los transmitían con sus palabras.
  • Recuerdo cuando me llegó la primavera, cuando estábamos tiradas en el piso de tanto reír y sentir ese aroma a alegría.
  • Recuerdo cuando no les daba la razón y me enojaba y como hoy me doy cuenta que sí, que todo tenía sentido.
  • Recuerdo como cada tarde empezaba a contar los minutos para ir a ese lugar.
  • Recuerdo cuando miré al sol esconderse a través del largo horizonte de agua y cuando miré a mi izquierda me dí cuenta que la luz estaba cerca mío y que siempre estuvo.
  • Recuerdo cada cosa de este año, recuerdo lo bueno y lo malo, recuerdo el llanto y la risa, el enojo y la alegría, el abrazo y el odio, la bronca y el amor, recuerdo todo y sé que lo voy a recordar por un largo tiempo. Se que las voy a recordar a ustedes, por ayudarme, con su sola presencia, su magia y alegría.



Julieta
Recuerdo caras, situaciones. Recuerdo momentos, conversaciones. Recuerdo lagrimas y risas, pero no recuerdo lo que se sentía, no recuerdo las sensaciones en mi cuerpo y mi cabeza. No se porque, pero todo a la distancia se ve más lindo, al menos para mí. Todo parece más liviano de lo que era. Pero cuando realmente me centro en algo, empiezan a aparecer imágenes, imágenes de dolor o tristeza. Y pienso que para estar así, debe de haber sido feo. Hace que el presente me reconforte.
Y a veces no recuerdo. Je. Cosas que pasaron y mi mente decidió eliminar. Huecos. No se si es bueno o malo.  Depende.
Ya no quiero recordar.

24.12.11

mientras todos duermen, yo sueño!

la calma habita en mi cuerpo.. mis ojos lentamente se cierran para ir a un lugar  donde los miedos no existen,y la felicidad se asomaa.. allí mis deseos mas profundos los veo volar y decido ir a investigar que esta sucediendo.. me sumerjo en ese mar de sueños.. y empiezo a accionar como yo quiero,sin importarme nada,sin preocuparme por nada..la realidad tiene otra dimensión.. y son los sueñoos.. el poder imaginar mas allá de lo "correcto"..animarse a todo.. no ser consciente de si es una realidad o si en verdad es un sueño.. los sueños aveces son tan reales , que me pregunto: ¿sera mi imaginación o sera que estoy en un lugar que solo puedo visitar con la escusa de dormir?. siempre tenemos a nuestros niños de la infancia dentro nuestro , nunca se van.. y ellos son los que llevan a imaginar tanto.. a imaginar que estamos dentro de un helado gigante,a imaginar que nos encerramos adentro de un supermercado y que por dos días no van a abrir las puertas, así que sera nuestro; por eso sera que me despierto todos los días con una sonrisa.. porque fui a visitar lugares increíbles mientras todos dormían.. y de esto se trata vivir! querer soñar a pesar de todo!!!

                                                                                                                                     lailet!

23.12.11

Como de otra dimensión

Se despertó extraño, molesto. Siempre que aparecía en sus sueños, esa pequeña daba vuelta su insignificante mundo. José se sentó en la cama sosteniendo su cabeza entre las manos mientras intentaba salir de la somnolencia en la que estaba inmerso. No sabía quién era la niña, de dónde venía ni cómo se llamaba, pero algo era seguro: desde que soñaba con ella, José no era el de siempre.
Mientras se cambiaba, mientras hacía la cama, mientras se lavaba los dientes y mientras preparaba su desayuno se acordó de la niña. Se acordó de su cabello rubio que flotaba en el aire cada vez que corría cuando él intentaba tocarla; se acordó de sus pequeñas manos, esas que siempre lo confundían con señales que no sabía interpretar; se acordó de los colores que siempre aparecían en sus sueños, de toda esa psicodelia impenetrable que contrastaba con el vestido blanco de puntilla que ella siempre tenía; se acordó de las miles de sonrisas que la niña le había mostrado desde el primer día que ocupó sus sueños, algunas veces dulce, otras, siniestra, pero nunca pura; se acordó de sus ojos, ese mar azul que creía conocer de memoria, pero que siempre tenía algo nuevo para mostrarle, de esa mirada penetrante y oscura, pero a la vez infantil que ella poseía... El ringtone de su celular lo despertó de su fantasía. José respondió el mensaje con un ok automático e intentó terminar su desayuno con la mente en blanco antes de que se le hiciera tarde.

Caminó las cuadras que lo separaban de la plaza con las manos en los bolsillos, a paso lento y con la mente ausente. Estaba cansado, había pasado varias noches en vela o durmiendo poco. A veces, porque se quedaba pensando, y otras veces porque tenía miedo de quedarse dormido y soñar, aunque más bien le tenía miedo a ella y a lo que pudiera mostrarle.
 El temor rondaba por sobre la presencia de esa niña, de ese ser inexistente que lo miraba sin interrupciones todas las noches en su mente. También tenía que ver con todo lo que la pequeña implicaba: ella lo conectaba con sus más hondos pensamientos, con realidades de sí mismo que todavía no había descubierto. Lo conectaba con sus sentimientos, sus deseos y sus temores. Pero él se hallaba muy lejos de realmente querer conocerse a sí mismo, por lo que aquella chiquilla muchas veces era una verdadera molestia para su conciencia.
-¡Ey!-le dijo una voz femenina mientras lo abrazaba por atrás.-Aquí estoy, distraído.-la chica rió naturalmente y lo besó en la espalda.
-¿Cómo estás, Jen?-le contestó él y le dio un beso en los labios, con la mente aún dispersa.
-Ahora que te veo, mucho mejor.-lo tomó de la mano y lo besó en la mejilla dulcemente, disponiéndose a andar.
Caminaron por largo rato abrazados, bordeando la plaza y transitando sus calles internas una y otra vez, como hacían siempre. Ella, feliz de ver a su novio, contándole sobre su semana en la playa. Él, pensativo, intentando sin éxitos escuchar lo que su novia le decía.

 El último sueño había sido tierno, casi dulce: la niña jugaba con él, lo buscaba y luego se escondía con una sonrisa especial, una que llegaba a sus ojos y que José no le había visto nunca antes, era una sonrisa casi pura, que lo había dejado desorientado tanto en los sueños como en la vida real.

Jen tironeó de su camisa y lo hizo sentar a su lado en un banco de la plaza.
-¿En qué piensas?-le preguntó jugueteando con los botones. José le había hablado varias veces de la chiquilla y de cómo lo hacía sentir, pero no sentía que a su novia le importara y no quería parecer desquiciado al contarle una y otra vez los mismos sueños, con mínimas variantes.
-Pienso que me hubiera gustado ir contigo a la playa, cambiar el aire, despejar la mente...-Le dijo mirándola por primera vez en el día directamente a los ojos.
-A mí también me hubiese gustado que vengas.-le contestó Jen con ternura en los ojos. José intentó buscar en ellos la misma ternura que había asomado en la mirada de la pequeña en sus sueños, mas no la encontraba, y no sentía que los ojos claros de su novia, lo atrajeran como lo hacían los de la nena. Maldita sea, esto realmente lo estaba afectando.
-Te extrañé.-le dijo ella y él acercó sus labios a los suyos, intentando concentrarse en la vida real y de besar a su novia con toda la sinceridad posible.
-¿Se puede saber qué diablos te pasa? Tal vez realmente necesitabas el aire fresco, despejarte y todo eso.
-¿De qué hablás?-respondió él, desconcertado ante el brusco planteo.
-Te conozco, José. Hace una hora y media que estás callado y no dije nada porque pensé que ibas a contarme de qué viene la cosa. Pero nada, seguís mudo.
-No me siento muy bien, simplemente eso, mi vida.-le dijo acariciándola torpemente en la mejilla.
-¿Son los sueños, no? Ni me lo digas.-ella se alejó, bajando la mirada.
-Ya se me va a pasar, vení, vamos a tomar algo.-se levantó sin querer escuchar más y de la mano, caminaron juntos hacia la cafetería más cercana.
 Mientras hacía la fila, Jen le contaba sobre planes para una cita doble con amigos y algo sobre una pileta, mas José tenía su mente en otro lado. Realmente sentía la presencia, su presencia. Sentía sus ojos, la sentía a ella, se sentía como si la niña estuviera allí. Miró hacia todos lados, perseguido, pero no vio nada. Se maldijo internamente, realmente se estaba volviendo loco. Asintió a todo lo que su novia le decía y agarró los dos cafés cuando la orden estuvo preparada. Volteó para buscar una misa y ahi la vio, estaba de espaldas. Reconoció sus bucles rubios de inmediato, el vestido y su aura multicolor que inundaba el lugar. 
CONTINÚA ABAJO
CONTINUACIÓN SUEÑOS
Las dos tazas se le cayeron cuando la niña volteó y lo miró con esos ojos azules, con esos ojos cuyas pupilas eran casi imperceptibles, donde miles de imágenes lo invadían todo. Ella le sonrió algo siniestra al verlo, pero a la vez con ternura e inocencia. José siempre le había calculado doce años, aproximadamente, aunque sus ojos denotaban una viveza adulta que lo dejaba sin aliento.
-José, ¿Qué pasa?-le gritó su novia, realmente preocupada después de levantar las tazas rotas.
-Es ella...
-¿Quién?
José no pudo contestar más, escuchaba que gritaban su nombre, pero era algo lejano y no le importaba. Solo veía a la pequeña, que con sus gestos divertidos lo invitaba hacia ella, lo atraía y lo llamaba. Ese era su momento, quería hablarle, necesitaba hablarle, saber aunque sea su nombre y su edad... Ella comenzó a correr y él la siguió, por cuadras y cuadras, corría detrás de su cabello blondo, anhelando que se volteara para poder ver una vez más esos ojos en vivo y en directo. No podía correr más, pero él seguía, la seguía a ella sin aliento, ella que lo guiaba hacia el muelle sin que José se diera cuenta. Por fin la niña se detuvo al llegar al tablado y se acercó a él, que casi logró tocarla antes de que ella le hablara como si nunca hubieran corrido, como si no le faltara el aire.
-Al fin... te esperé muchos años, José.-Él estaba hipnotizado por su belleza. Estaba hipnotizado por todo su ser y por esa voz de ángel con la que le acababa de hablar. Caminó hacia la niña con una confianza que le surgió natural. Avanzó despacio, sin quitar los ojos de aquella mirada de mar. Caminó hasta que no pudo más, hasta que así como así, había pasado los tablones del muelle, hasta que sin darse cuenta, había caído y no podía salir del agua. Pero se desesperó no le importaba ahogarse. No quería salir del agua, en el agua ella también estaba, y sintió que con eso bastaba, que ella era todo lo que necesitaba en ese mundo. Sentía que ella era su vida anterior, que conformaba todo su pasado y que ahora volvía para ser su futuro. No le importaba nada con tal de poder tenerla, con tal de poder mirarla siempre.
Mientras caía, José se dio cuenta de que eso iba a ser lo último que viera, lo último que pensara. Sintió como ella lo guíaba hacia el fondo y fue feliz, feliz mientras la miraba y mientras se hundía más y más en lo azul, en ella. De repente, dejó de ver y dejó de sentir todo, de sentir todo menos a la pequeña, a ella que era y siempre había sido su pasado, su presente y su futuro.



Perdón por lo largo, creo que me inspiré todo de golpe JAJAJA. Los amo, simplemente eso.
Julia

21.12.11

La esquina.

La esquina, la iglesia en la otra esquina, la casa de color ladrillo, el restauran. Me encontraba en la esquina, no era clasificada por ningún local ni particularidad en especial, tan solo era la esquina, maldita esquina. Me paré al borde del cordón para cruzar la calle, era de noche y los autos corrían tan rápido como latía mi corazón. No frenaban nunca, el semáforo quería permanecer en verde y el hombre del semáforo de en frente permanecía quieto y de color naranja. No tenía paciencia, tenía que avanzar la noche me estaba abrazando y no podía esperar, tenía que llegar, sino iba a entrar en problemas y no quería, nadie quería eso, o por lo menos yo, me acuerdo en otros sueños que a esa persona le gustaba enloquecer, crecía al compás de su furia y sus ojos se volvían rojos enredándome en pudor y miedo. No, mejor no recordarlo, lo quiero olvidar, ahora volvamos a los autos que no paran de avanzar. Me cansé de esperar y decidí adentrarme a la abierta avenida, del otro lado se encuentran calles oscuras con un gran verde parque que nunca me animé a visitar a estas horas pero, de repente algo se adentró a mi y no pude evitarlo... corrí. Sí, quise correr, la adrenalina me invadió, no me intereso si los autos me pisaban o no, sentía como había entrado en un juego de tiempo, como la arena y las agujas del reloj corrían cada vez más rápido, nada las detenía, y tampoco podían detenerme a mí, me convertí en el tiempo y pude sentir que nada me paraba, nadie me paraba, dejé atrás todo, los miedos que me podían perturbar antes se unieron para conformar uno solo, aquella persona. Corrí y corrí, todo se transformaba, no había caminos ni calles, era una sola marcada con un callejón al final. Yo mientras corría escuchaba como me hablabas, podía sentir como tus lágrimas acompañaban a las mías, pero no podía evitarlo, tenía que seguir. Seguí corriendo, el aire de mi cuerpo cada vez era más corto e iba desapareciendo, sentía como el frío me invadía a pesar del movimiento y como el viento se transformaba en hielo. No paré de correr por un largo rato, seguí corriendo hasta que vi una luz al final y esa luz del final me despertó. Abrí los ojos y no supe si había llegado, si aquella persona que tanto me perturbaba se había enojado, me levanté de mi cama y cuando el sol se escondió lo descubrí, en esa misma esquina y en esas mismas calles.

Julieta.

20.12.11

En mis sueños somos libres.

Está él. Que cosa rara, saluda a la persona al lado mio y viene hacia mi y me saluda también. Me agarra de los hombros y se me pone a hablar mientras caminamos como si fueramos viejos amigos. "Está un poco loco, pienso, pero es copado." Es un sueño. ¡Qué raro soñar con él! Les cuento a mis amigas, no lo puedo creer. 
Me despierto inquieta, no se porque. Me doy cuenta de que es el teléfono el culpable, pero lo ignoro, no pienso levantarme. Cortan. A los 2 minutos vuelven a llamar. Atiendo sin disimular mi tono de fastidio.
-Hola Martu, soy yo, está tu papá?
- Supongo que no. (si estuviera seguramente hubiese atendido para que yo no me despertara)
-Ah bueno, lo llamo después.
-Bueno, chau. Corto.
Estamos en un camping. Es de noche, pero nos comportamos como si fuera de día. Hay una mesa larga, me siento con Lai al lado y las chicas en frente. Aparece él y se sienta en la esquina. De la nada se pone a hablar con nosotras, re buena onda. Alguien nos dice que, quien quiera ir a meterse al lago vaya ahora. Y yo quiero, pero quiero quedarme charlando con el también. Lo retraso un poco, pero tengo que ir al lago, es algo que si o si tengo que hacer. Así que voy con Lai. Nos metemos al lago, que tiene rejas alrededor. Hay plantas y posiblemente bichos, el agua debe estar fría pero no la siento y me sumerjo. Se pueden ver a los chicos en la mesa desde donde estoy. Me agarran ganas de salir. Ya cumplí, así que me voy. No se bien que pasa. Agarro una toalla, entro a un shopping, una mujer no me deja salir, la conozco pero no me acuerdo de su nombre. Quiere que haga algo, pero yo quiero volver al camping. Aparezco ahí. Y está el con su amigo hablando medio a los gritos. Están muy locos los dos. Son raros.
Me despierto inquieta otra vez. El timbre. Me levanto y me asomo por la ventana que da a la calle. Es el sodero. Agarro un vestido que tengo sobre la silla del escritorio y me lo pongo encima, pero cuando bajo, el sodero ya no está. 

Y escribiendo me doy cuenta de que no era de noche, estaba soñando en blanco y negro. Nunca me había pasado.

19.12.11

La sonrisa de siempre

Pero un dia...
Sin mas, que decir decidi confesarlo todo.
Ni el mas pequeño niño de la tierra se salvaba de mis palabras.
Ya no soportaba mas nada ni nadie.
Me habia cansado y decidi explotar por fuera
De otro modo sabia que terminaria haciendome daño de modos que ni me atrevo a que se me vuelvan a cruzar por la cabeza.

Pero otro dia.... si, otro dia que fue el anterior preferi silenciar.
Para no lastimar por no soportar.
Soportare hasta lo que dé.
De modo que con esas sornrisas dibujadas voy a seguir
seguir por donde venia igual que siempre.
Siempre con esa sonrisa ...la sonrisa de siempre

18.12.11

Pensar

Queria parar todo un momento y escapar a otro lugar donde nadie molestase, donde con su mente pueda conocer el mundo sin moverse, pero que ganaba imaginando lo que podia sentir, vero o tocar, era tan solo el miedo que la paralizaba, pero un dia se canso de todo aquello y decidio comenzar a vivir todo lo que alguna vez imagino y se dio cuenta, que en realidad todo era mucho mejor de lo que esperaba

Lara

16.12.11

Back in town

Pero un día, después de muchos años, Albana volvió al pueblo, volvió a la casa. Estaba de nuevo en ese lugar que le traía tantos recuerdos, tanto dolor. Mientras caminaba hacia allí, esperó en vano que el lugar estuviera demolido, pero el edificio estaba intacto, solo más deteriorado aún. No quedaban vidrios ya en las ventanas que alguna vez habían sido de madera barnizada, la puerta tenía un fierro atravesado... supuso que sería peligroso entrar ahi. Todo allí la hacía volver al pasado infinitamente. No quiso recordar más, ni los gritos, ni los colores que abarrotaban su mente en ese momento ni las caras que había abandonado en ese lugar. Simplemente echó a correr en una dirección conocida, donde sabía que encontraría su paz nuevamente.
Albana llegó al parque y se paró para recuperar el aire perdido. Sus ojos intentaron abarcar en una sola mirada al gran predio vacío. Todo estaba muy viejo, y seguía como lo recordaba, con ese dejo de película de terror. Comenzó a impacientarse al no ver a nadie, al no verlo a él. Miró el reloj, habían pasado quince minutos de la hora acordada. Rayos, por qué había tenido que parar a ver la maldita casa, por qué siempre tenía que ser tan impuntual. Se revolvió el cabello nerviosa, preguntándose si él la estaría buscando o si se habría ido ya. Tenía ganas de llorar y no sabía por qué, si por la casa y lo que había pasado allí o porque se sentía una tonta al haber vuelto. Extrañaba tanto... se sentía tan culpable por todo, odiaba su vida ahora más que nunca. Se odiaba simplemente por el hecho de existir. Hubiera preferido irse, irse y dejar que ellos se quedaran, ella tendría que haber estado en la casa en lugar de su familia... ella merecía irse, no sus padres ni su hermano, ella tenía la culpa de todo. Comenzó a rasguñarse las manos en un ataque de desesperación mientras las lágrimas caían por su rostro incesablemente. Los espasmos que recorrían su ser cada vez más intensamente se calmaron cuando vio la sangre en sus uñas. Se sentía enferma, no tenía que haber vuelto. Admiró en silencio cómo se lastimaba cada vez más y más.
De la nada, sintió cómo alguien la abrazaba por atrás y suavemente separaba sus manos heridas. Albana se asustó y lloró más fuerte.
-Shh, no llores pequeña, ya estoy acá.-le dijo al oído mientras acariciaba sus brazos con parsimonia. 
Al reconocer su voz, ella volteó y se aferró a su cuerpo intentando tranquilizarse. Él besó su cabeza y acarició su cabello y su espalda, sacándola de aquel trance de terror. Se alejó un poco y la miró con ternura al secarle las lágrimas con su mano.
-Está bien, no llores más.-le dijo mientras acariciaba el precioso semblante sonrosado de Albana. Ella lo miró a los ojos, transmitiéndole su dolor.-Sabes que no fue tu culpa, y ellos también. Estoy acá. 
La atrajo contra su pecho y comenzó a tararearle su canción favorita. 
-¿Martín?-le susurró con un hilo de voz.
-¿Qué?
-Te extrañé.-le dijo aferrándose a él y besándolo dulcemente en el hombro.
-Yo también bonita, va a estar todo bien.-le aseguró con una sonrisa mientras besaba su cabello.-ya estás en casa.- susurró haciéndola sentir protegida, haciendo que Albana no se arrepintiera de haber vuelto, haciéndola encontrar su ser, llenándola de paz y haciéndola sentir que él era su verdadero hogar.

14.12.11

Lágrimas de sal.

No sé si fue un día, una noche, un momento o alguna hora, pero podemos decir que en un día que contiene 24 horas, en algún transcurso de ellas, pasaron cosas por su cabeza. Ella estaba completamente atormentada de ideas extremas, ya no le interesaba nada. Con la misma agilidad que tenía para encender cosas decidió apagarlas con cada trocito de tristeza que obtenía con sus manos. Ahogada en su abundante llanto miraba como permanecía quieto su celular sobre su mesa de luz. Ella estaba sentada sobre el suelo en frente de esta misma, esperando su llamado o algún mensaje. Permaneció varios minutos sentada en la misma posición y nada pasaba, el celular estaba igual que antes, tan quieto y frío, congelado de sonidos y transferencias. Harta de esperar decidió volver a ahogarse en llanto, a seguir gritando con la soledad, a volver a sentirse sola. Lloró y lloró hasta que su cara se volvió completa en lágrimas de sal y tristeza, y estas terminaron por acabarse. Ella pensaba que ya estaba vacía y que ni siquiera el llanto la podía acompañar, que había quedado sola. Pero no habían sido las lágrimas las que habían dejado de caer por su cuenta, ella les dijo que pararan, que iba a encontrar la solución. Se levanto del suelo, se miro al espejo y se secó la cara, limpió todas sus manchas que había dejado en el suelo y miró al celular petrificado y lo escondió en un cajón, tomó su melodía de su voz y salió por la terraza, caminó por los techos hasta encontrarse con el cielo y su paz. Se vistió del mismo color de su mar y navegó con las estrellas, nadando hacia la luna, en busca de ella misma, cantó con sus melodías y se pudo encontrar con sí, con su fuerza de sí. En ese momento el pero transcurrió, fue cuando después de tantos días de llanto ella puso un pero, un corte, un pero siempre hay alguno bueno, un pero tiene que cambiar, ese pero la ayudo a ser lo que hoy en día es y lo que aún le queda por crecer.


Julieta

13.12.11

Pero un día dejó de preocuparse de todo. Agarró una mochila que tenía a mano, la llenó con algo de ropa y dinero, y se fue. Anduvo vagando por horas y horas en las calles sin destino fijo. Buscó entre la inmensidad de caras, algo que se sintiera familiar, algo que le diera paz. Una señal.
No supo bien cuanto tiempo había pasado cunado se detuvo presa del cansancio. Miró a su alrededor. No supo reconocer nada. El cielo era ligeramente más azul y corría una brisa delicada. No había edificios ni calles asfaltadas. No se veía gente caminando, solo árboles. Caminó un poco más y vió agua, una laguna. Una laguna. Miró al horizonte y este la invadió de un sentimiento de tranquilidad incomparable. "Sí, pensó, esto es lo que estaba buscando."

12.12.11

elejimos caminos distintos

caminando.. lo conocí,nos miramos,nos gustamos,y nada nos importo,solo nuestro amor, así fue como pasábamos el tiempo..amandonos,yo podía estar años junto a el y el me mostraba lo mismo;pero un día.. el se influyo mucho por sus amigos y se hizo muy amigo de un enemigo para nuestras vidas,la droga,y su adicción lo hacia creer que lo llevaba al camino del placer y la felicidad,se sentía tan grande,pero de afuera se veía tan diminuto,cada vez su personalidad se achicaba mas,cada vez esa persona que yo conocí ese día,hace un año atrás..fue desapareciendo,y yo daba pasos en ese camino que el transitaba,y casi entro,casi entro en el infierno.. pero decidí salir, si yo pudiera modificar el tiempo,claro que lo haría,pero no se como lo haría para estando en el momento justo,correrlo de ese camino..  pasaron casi dos años y yo sigo pensandoo en el.. y se que si vuelvo a eso ,yo me  puedo llegar a meter en algo que quizás jamas pueda salir.. lo único que quiero es enterarme que decidió dejar esa adicción que le empeoro la vida,pero no lo veo posible..
                                                                                                                                lailet!

Pero un día...

Pero un día y así de la nada, me sentí vacía, invisible. Fue como si todo lo que construí en estos 2 años desvaneciese por un día, no fui yo. Por ahí fueron los nuevos aires, por ahí fue el agua o la luna, nose.
Pero un día toda mi esencia se metió para adentro dejando salir a ese monstruo que mas temo a mi exterior, ese exterior que domina tus respuestas tus movimientos, tus reacciones, tus sentimientos. Por un día fui ese vago recuerdo de mi pasado.
 Por un día sentí que mi voz no era escuchada, que mis palabras aunque las diga fuerte eran silenciosas, me sentí tan así que en un momento deje de hablar, deje de expresarme y eso nunca es bueno. Nose cuanto duro ese día, fue un feo día y todavía llevo el sentimiento de angustia con migo, muy adentro pero esta.
No me voy a olvidar de aquella voz, aquella guía que siempre había estado pero que nunca la había podido apreciar. Ella me hizo entender, me hizo despertar un montón de sentimientos dentro mio, me hizo muy bien.
También recuerdo aquella noche que me sentí mal, en una ronda de palabras sin sentido, todos riendo y yo allí sentada contemplando como si estuviese fuera del plano. Sentía que no me veían, que no me escuchaban, me ponía nerviosa no poder formar parte no por culpa de ellos sino por mi, porque ese día mi monstruo me dominaba. Me molestaba no poder reírme con ellos, me molestaba que no me salga de adentro nada ingenioso para decir, termine llendome.
Por ahí la solución habría sido hablarlo decir de una vez por todas que tengo problemas y que también me pasan cosas malas, poder hablar, hablar sin llorar estaría bueno. Poder solucionar las cosas, poder tener esos abrazos que siempre necesito pero cuando puedo tenerlos callo. Nunca dije lo que me pasa, y nose si yo lo se. Pero ese día, todo estaba muy a flor de piel, demasiado.
Que día ahora que recuerdo, que estúpida ahora me digo, estando con los que mas amo desperdicié un día dominada por eso. Que feos sentimientos que tuve, y aclaro ellos no tienen la culpa soy yo, a veces siento que hay algo en mi que falla que no tan como los otros, a los que admiro.
Creo que fue demasiado  protector que atravesó mi piel y llego a mi personalidad protegiéndola de salir y dejando a lo malo quedar expuesto. Que metáfora de mierda pero así lo sentí.
Fue un día en el que me sentí mal, por ahí venía desde antes puede ser Pero ESE día no fue un buen día.
Cuantas cosas pueden cambiar en un día pero OTRO día cambian de nuevo y acá estoy recordando ese día como un día gris entre otros rosas.

7.12.11

Hoy

Simplemente no lo pudo evitar, sentia que no era todo igual, y si lo queria evitar o quisas no, nadie lo entendia, o nadie queria hacerlo, se sentia solo e incomprendido, lo que alguna vez le gusto ya no lo llenaba y esas cosas que jamas penso que alguna ves le interesaron tomaban un color diferente ante sus ojos, no lo podia evitar, lo tenia que superar y si era necesario sufrirlo para comprender que las cosas apartir de ese instante comenzarian a ser asi y que nunca se mantendrian igual ya no.

Lara

6.12.11

Todo se trasforma.Como dice drexler.

2011 año tremendo.Lleno de cambio continuamente, siempre estos se hicieron notar en mi,en lo que me fui convirtiendo después de caídas,llanto,dolor y risas.En medio de amistades nuevas,amigos mal llamados así,romances ciegos y amor para el que no lo valora.
Descubrí quien yo soy gracias a este año,gracias al IVA chaca,gracias a mis tres familias(el B4 es una de ellas). 
No se me siento plena y nueva.Ya no le tengo miedo a los cambios.
Lo que tenga que venir vendrá y lo que también,yo solo podre con mucha ayuda y amor.Sobrevivir a cada cambio y poder sacarle el mejor fruto posible,ya sea bueno o malo el cambio.
Todo puede cambiar de rumbo,tan solo si lo queres así y intentas conseguir lo que te propones.
La palabra cambios te eriza la piel,pero si no existieran los cambios la vida seria aburrida.Y no podríamos vivir-la.
Gracias por ayudarme SIEMPRE. 

5.12.11

Gente

Hola, soy nuevo asique buén, que salga lo que salga jajaja.

Hay gente. Gente por todos lados. Vivimos en un enjambre de gente, del cual ya casi no hay forma de escapar. Gente que piensa, gente que sabe, gente que ve. Hay gente que piensa que sabe que lo que ve, es lo que hay.

Hay gente que se aleja del cambio. Hasta se enoja con él. Se frustran con su cambio, y, por raro que les parezca, con el cambio de los demás también.
Se les escucha decir "Cambiaste un montón, antes no eras así", o "Sos genial, no cambies nunca" pfff... como si fuera algo malo.

Yo creo que estoy en lo correcto, cuando pienso que el cambio es algo bueno.
Nunca se sabe de qué se puede aprender, pero del cambio es seguro que sí. Como también aprendí de mi profesora de Lengua, desinteresada en que la escuchemos con sus anticuados sermones sobre la era victoriana, que la oí explicar que, gente que se dio cuenta que algo andaba mal, se empezó a preguntar.. ¿Qué es lo que no cambia en el ser humano, o en cualquier cosa viva, lo que es constante?

Podés estar horas pensando. Pero sólo hay una respuesta, y es la más sencilla. Lo único constante es el cambio.
El secreto creo que está en aceptarlo. En saber que para algo se cambia, ¿no?.
En abrazarlo. En pensar que te impulsa hacia algo, en vez de llevarte al lugar contrario.
En usarlo para bien, transormarlo en una bola, en enriquecerlo.
En enriquecerlo con errores, así se aprende- Con amores, así se siente.
Con temores, así se tienta a seguir cambiando
Con temblores, el cambio te encuentra dudando.

En entender que es una ingrediente inprescindible para crecer.
El secreto está en Crecer.
Que lindo crecer con ustedes, mis amores.


Por su pollo, Jeriño!

2011.

El cambio es algo que sucede de manera constante, que habita siempre entre nosotros, todo cambia y muchos cambiamos. Cambia el sol por la luna, cambian las horas, cambian los colores y cambian las sensaciones. Hay veces que ni nos damos cuenta del cambio en su pleno suceso y otras veces que lo sentimos, cada detalle lo sentimos. Unas simples palabras te pueden llevar a sentirlo, una simple mirada, una simple vista a algo, esas acciones que duran menos de 3 segundos y cambia absolutamente todo. Me acuerdo de muchos cambios que transcurrieron, que con solo decir unas palabras lo pude sentir como pasó dentro de mi, como mi cuerpo se invadió de una fuerte sensación y cambio todo, el corazón late más fuerte, los ojos cambian, la mirada, la postura, yo. Otras veces nos damos cuenta al comparar el presente con el pasado, al recordar viejas épocas o leer viejos textos. Hoy me doy cuenta del cambio, el 2011 es un buen sinónimo para el cambio. Muchos decían, yo también, es el año del cambio, y sí, lo fue, muchas personas cambiaron, las costumbres no son las mismas, las afinidades tampoco, muchos descubrimientos, muchos abandonos, cambio tras cambio, que en el momento no me daba cuenta y así me deje llevar, fui tomada por la corriente y hoy me veo parada acá, viendo todo lo que pasó y lo que pasa, preparándome para otro cambio más. 

Julieta.