Cuántas veces me ocultaste la verdad? Cuántas veces pensaste que no era necesario contarme? Seguro que muchas. Eso es algo que odio. Me hace sentir inútil, sin importancia. Además, siempre me entero. De algún lado salta la información, de alguien que con cara de sorprendido me dice "¿qué, no lo sabías?". En esos momentos solo me sale sonreír estúpidamente y responder "no, no me dijo nada". Cuantas veces pasé por esa situación! Se sorprenderían. Y puede ser que el hecho en sí no sea muy significativo, lo que hace más estúpido que me lo hayan ocultado. Pero cuando algo es importante en serio, me calienta. Esa manía de la gente de ocultar. De seleccionar quien se entera. No lo entiendo. En realidad, entiendo que hayan personas que son reservadas, pero no comprendo cuál es el problema en contar las cosas. Mi cabeza es un libro abierto, y no podría ser de ninguna otra forma.
Y la mentira... La mentira implica mailicia. Desprecio. Es muy difícil de perdonar. Es triste. No protege, lastima.
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