Parelelo.

¡¿Dónde estás?! No te puedo ver, gritáme, decime que estás ahí, dame alguna señal, estoy perdida en la inmensidad negra de algún lugar, estoy asustada, no se que hacer. No se si esto es un sueño, si vos estás soñando, quiero saber que es lo que pasa. Quiero cantarte una canción para armonizar el lugar, quiero que nuestras voces combinen y armen alguna melodía, quiero lograr alguna paz en esta violencia tan extraña. Si miro en frente tengo dos caminos a elegir y en mis costados hay paredes que no se distinguen con el piso ni con el infinito techo que no está a mi alcance. Tengo la izquierda y la derecha, mis instintos me dicen la derecha, pero mi cabeza siempre eligió la izquierda, empiezo a caminar y otra nueva puerta se abre al centro, todo va perdiendo el sentido, no entiendo ni donde estoy parada. Atravesé la puerta morada y me encontré con un largo pasillo, estabas al fondo. Te conocía de antes, pero ahora te conocí de otra forma, tan particular y delicada. Te veía de lejos pero podía sentirte tan cerca que casi sentía cada rasgo de tu delicada cara. Veía como dormías y como te petrificabas de a poco y te quedabas suspendido en el tiempo, creando una línea paralela donde no te podía visitar. Caminé para acercarme y verte mucho mejor, seguías quieto, eras tan ligero que podía sentir que tus pies estaban elevados del suelo y flotabas. Me acerque más y más, estábamos con pocos centímetros de distancia, no se si dormías, no se que estabas haciendo, te hablé y te empecé a cantar las canciones que mas te gustan. No reaccionabas, no sabía que hacer, sentía que todo estaba perdido, el frío me absorbía y me dejaba congelada a tu lado, mi piel se volvía blanca y de mármol poco a poco, cada vez más. Mis ojos empezaron a gotear, lloraba y te pedía ayuda como si pudieras verme o escucharme. Decidí abrazarte y cerrar los ojos, congelarme a tu lado y perderme con vos, me estaba arriesgando a cualquier cosa, no tenía idea de lo que pasaba y mucho menos de lo que iba a pasar. Cerré los ojos e intenté dormirme para soñar que estoy en otro lugar o, despertarme a ver cual de las dos es la realidad.

Julieta.