17.1.12

Envidia

Pasé tanto tiempo envidiandote. Sí, a vos. Todo lo hacías parecer tan fácil, tan lindo, como caído del cielo. Cada vez que te quejabas por algo pensaba en mi interior,"hipócrita, y yo qué?". Tantas cosas que probaste que te salieron bien, tantas oportunidades, tantas cosas que yo quería y vos apenas apreciabas. Tantas cosas por las que yo luchaba, vos te las quedabas. Y esa envida que se transforma en odio. Tan triste era odiarte. Tanto de mi tiempo perdí odiándote, odiándome, llorando... Y vos, no te dabas cuenta, o no te importaba. Y me reconfortaba con el pensamiento de que no era justo, que yo tenia derecho a envidiarte, a odiarte. Porque todo era tan difícil para mi.
Pero no. No era envida ni odio nada más. Te extrañaba. Me lastimaste y yo te extrañaba. Y no quería sentirme una inútil que lloraba por tu indiferencia, así que lo escondía detrás de la envidia. Porque para odiar, hay que querer, hay que querer y perder. Cuando finalmente lo acepté, pude estar en paz. Pude ver las cosas con claridad. No todo era fácil para vos, no tenias nada de especial, era normal, como yo. Pasabas por cosas que te hacían mal, pero no las mismas que me hacían, o hacen, mal a mí. Dejé de idealizarte. Y te perdoné. Te perdoné de verdad antes de que vos pidieras mi perdón, antes de que te disculparas. Y pude ser libre, libre de la envidia, aunque todavía duela...

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